7/3/08

Muerte y Destrucción


Cuaderno de Bitácora - Día 1 –

Hoy comenzamos el gran viaje, el que la prensa califica como “El viaje sin retorno”. El Ministerio de Defensa nos ha encargado ir al rescate de una X-TR40 (Nave de reconocimiento) que vaga a la deriva por el universo, esta medianamente lejos de aquí, pero con la tecnología que tenemos hoy en día, podremos llegar en unos días si no hay contratiempos.

Han elegido bien, somos diez de los más experimentados guerreros que ha dado el planeta de Ghamp. Espero que mis premoniciones no sean ciertas, me temo que no ha sido algo fortuito y que nuestros colegas del Grupo Especial de Reconocimiento C-14 estén vagando sin rumbo por el universo, por algo relacionado con los piratas espaciales.

Bueno estoy cansado, ha sido un día muy ajetreado de entrevistas y reuniones, y mira que odio las dos, esos periodistas siempre buscando el morbo y las desgracias, sólo hacían que hablarnos de muerte y destrucción… Hoy no tengo guardia, así que voy a descansar un poco.

[…]

Cuaderno de Bitácora – Día 6 –

Cómo he reflejado en el diario, durante estos cinco días no ha sucedido nada relevante, tan solo nos acompaña como siempre esta maldita lluvia de meteoritos, “esta noche” o lo que por la hora debía serlo, durante mi guardia, hemos tenido unos problemillas con esos maldita basura espacial, pero hace unas horas que ya lo hemos reparado.

Nos acercamos a las coordenadas donde más o menos está vagando la C-14.

- -----------

- Capitán, Capitán!! – Gritaba Tarkin.

- - Te he dicho miles de veces que me llames Gorka, aquí somos todos iguales y nuestra vida vale lo mismo, a ver ¿Qué pasa para armar tanto alboroto?


-
El radar ha detectado lo que podría ser la nave de nuestros compañeros, estamos intentando ponernos en contacto con ellos, pero solo hay interferencias, la cercanía al planeta desierto de FGarg Z3 debe neutralizar las emisiones. Solo hemos podido oír “Aleluya”.

- ¿Pues a que esperamos? Hark, Prepare la nave para el acoplamiento con la C-14. Os quiero a todos con los trajes para trabajar en el exterior y con vuestras armas cargadas en 5 minutos aquí.

Las dos naves se acoplaron, y se abrieron las compuertas. Armados y equipados Gorka y su cuadrilla comenzaron a caminar por el puente que unía las dos naves (La nave del Capitán Gorka era una nave de rescate/ataque, hacia poco que las utilizaban, pero los resultados eran magníficos, eran muy maniobrables, veloces y con el mejor ataque de cuantas naves habían en el aire). Debíamos ir rápido, no me gusta estar mucho tiempo en ese puente cuando hay una maldita lluvia de meteoritos.

Se abrió la compuerta del lado de la C-14, el panorama era desolador, estaban todos nuestros colegas sentados o tirados en el suelo, con las caras descompuestas, la mayoría de máquinas estaban fuera de funcionamiento, además había un cierto olor pútrido en el ambiente, ahora lo veía, el bueno de Sand yacía muerto a un lado. Mientras le miraba alguien dijo:

- - Nos tuvimos que comer partes de Sand, no teníamos comida y no recibíamos noticias de nadie.

Se hizo el silencio, nadie respondió. Mientras, la compuerta del puente se cerró detrás de nosotros. Observé algo que no me cuadraba, ¿Por qué había sierras mecánicas? Esas anticuadas armas solo las utilizaban los macabros y nómadas habitantes de aquel planeta que ahora no recuerdo.

De repente, todos los tripulantes de la C-14 se levantaron (hasta Sand), cogieron sus sierras mecánicas, y habló Frank, o el que creíamos que era Frank:

- Ja, Ja, Ja!!! Habéis caído, todos vuestros compañeros están muertos, hemos ocupado sus cuerpos y ahora… VAIS A MORIR!

Cogimos nuestras armas con las dos manos, enfocando a los cuerpos de nuestros amigos.

- Quietos, si no queréis que una ráfaga de bellos rayos de plasma os reviente en miles de pedazos- les dije lleno de rabia.

- Tranquilo, Joven Gorka, vuestras armas no sirven para nada, tenemos un campo magnético que las inutiliza, estaba todo planeado, así que disponeos a morir.

Sonaron chirriantes las sierras mecánicas mientras se iban acercando a nosotros, algunos intentaban abrir inútilmente la puerta del puente. Ya estaban delante de nosotros, no podíamos escapar, nos defendíamos con las nuestros fusiles, ahora convertidos en inservibles palos que pronto destrozaron sus potentes sierras. Era nuestro final.

Comenzó una orgia de sangre y miembros amputados, me iba salpicando la sangre de mis compañeros, las vísceras inundaban el suelo, Serg fue el único que se había tomado la pastilla para el suicidio, pude destrozar la cara de uno de ellos a mazazos, dejándolo con convulsiones en el suelo. Siempre llevaba conmigo una katana, (había visto demasiadas películas de acción) y hoy, era su día especial, tiré a un lado el montón de cables y chapas en que se había convertido mi fusil. Y comencé mi lucha final.

Solo quedábamos tres, íbamos haciendo algo, el número de nuestros rivales también bajaba, aunque demasiado despacio para que pudiésemos sobrevivir. De los demás compartimentos comenzaron a salir extraños personajes decapitados, desmembrados… arrastrándose por la alfombra roja tejida con la sangre de mis compañeros.

Murió Johnny, ya solo quedábamos dos, pero un inoportuno resbalón, acabó con la vida de mi último compañero al caer sobre la sierra aún en marcha del su última víctima perdió un brazo mientras un asqueroso ser de difícil descripción le cortaba su yugular, con la consiguiente explosión de sangre.

Y ahí estaba yo, solo, contemplando la macabra escena, llena de amigos troceados, llena de momentos desmembrados por estos horribles seres. Cogí mi comunicador:

- Fer y Varno, soltad el puente y salid corriendo hacia casa, no preguntéis y hacedlo. Hasta siempre amigos. No quiero que digáis nada, tan solo hazme casa como un último favor.

En ese momento, vi como se alejaban, al menos ellos se iban a salvar. Solo me quedaba una opción de vengar a mis amigos. Gracias a mis conocimientos de mecánica espacial que había adquirido por libre, sabia donde estaba el generador de la C-14, tenía que llegar hasta el y destruirlo, y así morir llevándomelos conmigo.

Fui corriendo, saltando encima de los cadáveres de mis amigos, por encima de ese mar de vomitivo silencio, solo roto por el incesante crujir de la motosierra al cercenar huesos y carne.

…Clave mi katana en el generador…

Un placer luchar junto a ustedes.

2 comentarios:

El insecto dijo...

Menuada masacre, por un momento estaba escuchando la sierra mecanica, y he tenido q mirar a los pies por si llegaba el rio de sangre.

Ahi ahi, mas vale tarde que nunca, para poder saborear una de tus historias con el toque fantastico y la ambientacion que les das.

Ahora a por la de esta semana, que aun no he empezado :P

Diego Valor dijo...

Que wapa, me a molao, por un momento pensaba que estaba con el octavo pasajero. Esta guay algun dia podriamos hacer todos sobre ciencia ficcion, naves, etc...

Se nota que has estado estresado tanto examen y trabajos, te has desahogado con tanta sangre...

Pues nada ahora a por la ultima, cada vez vamos mas justos...al menos yo...